*Aguas tratadas, una alternativa para cuidar de mejor manera el agua potable: Sandra Arreola *
– La diputada del PVEM enfatizó que la escasez del agua y la contaminación de los cuerpos hídricos son problemas cada vez más graves en la entidad
Morelia, Michoacán a 11 de noviembre de 2024.- La coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Verde en el Congreso del Estado de Michoacán, Sandra Arreola Ruíz, buscará que el uso de agua tratada para ciertas actividades pueda ser una alternativa para cuidar y proteger el medio ambiente.
La legisladora indicó, que la escasez del agua y la contaminación de los cuerpos hídricos son problemas cada vez más graves en la entidad, por lo que la reutilización del agua residual tratada puede ser una solución efectiva para mitigar estos problemas y mejorar la calidad del medio ambiente.
«Se busca establecer un marco regulatorio que permita la reutilización segura y eficiente del agua residual tratada para fines como el riego de áreas verdes, agricultura, limpieza de vías públicas, lavado de autos, entre otros usos que contribuyan a la protección del medio ambiente», señaló.
En la exposición de motivos, manifestó que el tratamiento de aguas residuales ayudará a proteger los ecosistemas acuáticos al eliminar contaminantes y productos químicos dañinos antes de que ingresen a los cuerpos de agua naturales, ya que con «esto se evita la contaminación de ríos, lagos y océanos, y preserva la vida acuática y los hábitats naturales», dijo.
Arreola Ruíz, puso de ejemplo que, al utilizar aguas residuales tratadas en lugar de aguas subterráneas, la central eléctrica de San Luis Potosí (México) redujo los costos de agua en un 33 %, lo que implicó para la empresa proveedora del servicio de electricidad un ahorro de 18 millones de dólares en el término de seis años.
Mientras que, en el caso de la empresa proveedora del servicio de agua, los ingresos adicionales provenientes de la venta de aguas residuales tratadas ayudaron a cubrir los costos operativos y de mantenimiento.
Recordó que en la región de América Latina y el Caribe solo se trata entre el 30 % y el 40 % del agua residual recolectada, lo que tiene un impacto negativo tanto en la salud humana como en el medioambiente.