- La brecha de ingresos es del 35 por ciento en perjuicio de las mujeres; más de 400 mil michoacanas ganan sólo el salario mínimo, destacó
Morelia, Mich., 18 de junio de 2025.- Reconocer la igualdad salarial entre mujeres y hombres en Michoacán fue el primer paso, ahora sigue promover su garantía en empresas y centros de trabajo de la entidad para consolidar la igualdad sustantiva y mejorar los niveles de bienestar en el estado, señaló la diputada Fabiola Alanís Sámano.
Desde diciembre del año pasado, se aprobó a nivel federal la igualdad salarial entre mujeres y hombres derivado de las reformas enviadas por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo; y en la Constitución de Michoacán, este derecho se reconoció desde abril de este año, recordó la coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso del Estado, quien presentó dicha iniciativa de reforma constitucional.
Se requiere dar el siguiente paso y adecuar el marco normativo en leyes secundarias, para que en cada empresa y centro laboral de Michoacán se garantice un salario igual por tareas iguales para mujeres y hombres, refirió la diputada Fabiola Alanís.
La reforma a nivel estatal tenía un carácter urgente, consideró la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, porque la fuerza laboral de Michoacán cada vez está más a cargo de mujeres, ya que a la fecha 4 de cada 10 personas que reciben un salario por su trabajo en Michoacán son mujeres, además, persiste una brecha salarial que llega a ser hasta del 25 por ciento en desventaja para ellas.
Un salario más bajo para mujeres trae consigo niveles más bajo de ingreso, que se manifiesta en una brecha de ingreso de 35 por ciento en Michoacán, como muestra la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2022, levantada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), acotó.
Este año, abundó la diputada Fabiola Alanís, la mitad de las mujeres trabajadoras, es decir, más de 400 mil mujeres, ganan como máximo un salario mínimo, mientras que esta situación laboral la enfrentan sólo una tercera parte de los hombres, que también es un reflejo de la oferta de trabajo con menos salarios para las mujeres.