En política migratoria México debe retomar una mirada de derechos: Adriana Campos Huirache

 

-Recalcó la necesidad de que el Gobierno de la República empiece a escuchar a especialistas, organizaciones y a los propios migrantes para generar una política humanista en la materia

Es necesario que en política migratoria México retome una mirada de derechos y deje de apostar por la lógica de contención y control, recalcó la diputada Adriana Campos Huirache integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la LXXVI Legislatura del Congreso del Estado.

La diputada recalcó la necesidad de que el Gobierno de la República empiece a escuchar a especialistas, organizaciones y a los propios migrantes para generar una política humanista en la materia, pues resulta inconcebible que todo aquello que se ha venido cuestionando sobre el trato a nuestros connacionales en otros países, hoy se vea replicado en tierra propia.

“Frente al proceso electoral que se vive en Estados Unidos, en donde el tema migratorio se ha convertido en piedra angular de la disputa entre quienes contienden, es urgente que el Gobierno de México asuma una postura clara frente al fenómeno, sin complacencias, atendiendo a las necesidades y realidades nacionales, en apego pleno al respeto de nuestra soberanía”.

Adriana Campos puntualizó que existen organizaciones de personas migrantes, han urgido la construcción de una política de integración sostenible, fortaleciendo el sistema de asilo y protección de los niños, niñas y adolescentes migrantes, tomando en cuenta además factores como el cambio climático y desastres naturales como causa estructural e irreversible de la movilidad forzada.

Recordó que existen mecanismos de cooperación y acuerdos internacionales que fomentan el cuidado a la persona en cualquier condición y sin importar si es indocumentada o tiene en regla su situación migratoria como la Convención de Viena sobre relaciones Consulares, la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial o la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a los que nuestro país debe apelar en materia migratoria.