-Se reúne con líderes priistas en Morelia
El dos de junio, vamos a frenar de una buena vez la división a la que se ha pretendido arrastrar a las mexicanas y mexicanos durante este sexenio a través de la polarización, la denostación y la confrontación, porque entendemos que la unión es la única ruta para la construcción del futuro nacional que todos anhelamos, recalcó Araceli Saucedo Reyes, candidata al Senado de la República por la Coalición Fuerza y Corazón por México.
Reunida en Morelia con cuadros y militancia del Partido Revolucionario Institucional, Araceli Saucedo destacó que hoy, en un acto de gran madurez política, PRI, PAN y PRD asumieron que el interés mayor y común es México, su unidad, su gente, el dar batalla para evitar el desmantelamiento de sus instituciones, para garantizar un desarrollo en el que todas y todos tengan cabida.
“Hoy estoy aquí, con mujeres y hombres priistas que como yo, saben que hoy nuestro país y su gente demanda de nosotros un esfuerzo mayúsculo para su rescate, para poner freno a la división a la que se ha prendido orillarnos, a no permitir la destrucción del Estado Mexicano y su democracia que tantas luchas, sangre y vidas nos han costado a lo largo de la historia”.
Araceli Saucedo subrayó que México son todas sus mujeres y hombres, niñas, niños, jóvenes, no una sola persona, y las determinaciones que se tomen sobre el futuro nacional deben ser con la participación de todas y todos, no a capricho unipersonal como se ha buscado en el régimen actual.
“Las y los priistas son gente de disciplina, de experiencia, y sin duda son un activo fundamental para consolidar con la vitoria del dos de junio el proyecto de la Coalición Fuerza y Corazón por México para el rescate nacional”.
Agregó que hoy en México en general se puede afirmar que los derechos sociales amparados por la Constitución de la República para la mayoría de las y los mexicanos siguen siendo derechos de papel, tanto que, el bajo crecimiento no permite generar las fuentes de trabajo que se requieren para darle empleo con salarios dignos a las 60 millones de personas que tienen capacidad de trabajar.
La candidata destacó su compromiso de impulsar el cambio sustancial que requiere México por empleos productivos y mejoras salariales, lo que implica mejorar los términos de la distribución de la riqueza nacional para acercarnos a la distribución proporcional que prevalece en los países desarrollados.